martes, 2 de junio de 2020

Floyd


Andrés Wethington empezó a hablarnos a Jimmy Wicker y a mí, de un supuesto proceder de intercambiar el subconsciente observando cierta situación de la mirada. Como nosotros siempre nos seguimos en cualquier idea, no cuestionamos y simplemente lo llevamos a la práctica. Andrés me condujo en los pasos que debía realizar. Primero, nos situamos de tal manera que mi ojo izquierdo estuviera muy cerca del suyo. Debía observar con detenimiento cualquier figura que se hiciera presente en su reflejo del iris. Yo vi en su ojo café algunos brillos normales, no veía nada extraño por unos minutos aunque seguí insistente hasta que encontré unas manchas moradas que empezaron a unirse formando una masa cuando de repente empezé a sentir mareo y caí sobre el piso. No fue un gran golpe ya que estábamos semi sentados en una alfombra. Intenté levantarme de allí, sin embargo me sentía pesada y las náuseas me recordaban el momento en el que quiería despertar de una sala quirúrgica. Finalmente, pude abrir los ojos en el cuerpo de Andrés viendo a Deisy reír de una manera que no reconocí. Así pues, afirmé el planteamiento de mi amigo en su teoría. Le contamos a nuestro amigo la experiencia y nos reímos bastante viendo nuestras apariencias ajenas y la risa de confusión de Wicker. Luego, salimos de ese estado como si fuera algo a lo que se le acaba el efecto. Ahora era el momento de intentar cambiar la consciencia con Jimmy. Al principio fue más difícil que la vez anterior ya que nos invadía una risa nerviosa, además su pupila se hacía pequeña y la expresión era bien graciosa. Él quería que yo tomara las cosas en serio pero me costaba. En sus ojos veía mi reflejo que empezó a desvanecerse, volví a caer en el letargo de la misma forma y desperté en Jimmy, pero entonces como estábamos en mi casa tuve que responder a una petición de mi mami. Cuando él en mi imagen habló con ella, los gestos que hacía él no eran propios de mí y mi mami pareció descubrirlo, además sentí su mirada maternal hacía "mí". Rápidamente respondimos a su diligencia y salimos de casa para evitar más confusión. Wicker odió mis movimientos. Me peiné diferente, caminé de otra forma a lo que el llamó homosexual y mi risa era algo que él no quería escuchar. Caminando en la calle tuvimos una charla sobre el ser, el cuerpo y la escencia; algo que siempre ha sido un tema predominante pero esta vez, más palpable.

jueves, 28 de mayo de 2020

Desde el cielo


Por el sonido ambiente, noté que había despertado y aún seguía dormida, lo percibí porque cuando quise abrir los ojos y también mover los brazos, no lo conseguí. En ese instante supe que era el momento de practicar uno de los tips del libro que estoy leyendo sobre sueños lúcidos y al tiempo, me levanté rápidamente y me senté en la cama. La habitación tenía colores rojizos y el fondo se desenfocaba. Mi primer intento de ir a un lugar fue casi como ver un gif, me pareció un poco forzado involucrarme, por eso hice otro intento y fui al parque. Empecé a balancearme en el columpio de cadenas. En la realidad nunca he llegado tan alto porque siempre me ha dado miedo caer, entonces esta vez me columpié muy elevado. Me decía a mí misma "no te vas a caer, estás soñando" y así fue, cada vez más arriba. Por un segundo dudé y creí la posibilidad de estrellarme contra la estructura de madera así que la eliminé, ahora las cadenas provenían del cielo y me mecí todavía más alto suprimiendo cada obstáculo. La adrenalina era increíble, el viento, la vista nocturna en los 180°, cuando vi que no me estaba sosteniendo de las cadenas sino tenía mis puños cerrados al lado, como si eso hiciera el mismo efecto, intenté cogerme de ellas pero la fuerza de gravedad no lo permitía. De todas formas volví a afirmar que estaba en un sueño y que sería imposible caer. Desperté con el mismo sonido que afirmaba estar en la realidad, ahí me di cuenta que seguía sin poder mover mis brazos y era posible volver a tener un sueño lúcido, pero no... Decidí descansar y tener sueños más inconscientes pero esa ya es otra historia.

miércoles, 20 de mayo de 2020

Fractales

En una reunión familiar, había demasiada comida que desapareció en un parpadeo. No fue bueno, todos parecían hambrientos, sin embargo no era eso, era gula. Escapé del ambiente hostil y subí las escaleras a un espacio construído por mí. Este lugar tenía pasado, presente y futuro. Mil habitaciones, mucha de gente encantadora, balcones con vista increíble y algunas cosas extrañas. Me senté en uno de los balcones a ver la ciudad en compañía de alguien, por supuesto agradable. Un hombre de pocas palabras así que yo no paré de hablar. Le conté que ese sitio me fascinaba aunque no viviría ahí. El caos me gusta pero lo apacible me permite pensar. Noté en su cuello un piercing nuevo y este estaba sangrando, por esto, llevé implementos asépticos pero no dejaba de sangrar, los hilos de sangre eran color naranja y empezaron a subir por mi mano en una danza de estructuras geometrícas donde todos reímos, incluso estos fractales. 

viernes, 14 de junio de 2019

Rumiación

A veces es inevitable quedarse dormido pensando en algo que haya dado vueltas toda la noche, afortunadamente grandes ideas e incluso canciones se han dado en el sueño, ya que es un momento en que las neuronas se reorganizan y aportan soluciones.

También sucede concentrándose en un tema específico antes de conciliar el sueño.

Meditación

De la misma forma que lo hace la imaginación, meditar también requiere alto grado de concentración, pero esto se puede aprender poco a poco.

Mi forma de meditar es dejarme llevar por las formas que se ven en los párpados cerrados y luego esas formas llevarlas a preguntas del ser. Conciliar el sueño de esta manera ayuda a conocer estados profundos de sí mismo. 

Imaginación

Imaginar lugares placenteros ayuda a relajar mente y cuerpo, aunque para esto se necesita alto nivel de concentración ya que los sonidos de la ciudad no son de mucha ayuda. El escenario que me gusta imaginar es el siguiente: 

Estoy en la playa, de noche y con antorchas, acostada en la orilla, dejando que la marea toque mis pies, en cada golpe el agua va subiendo un poco más y cada parte del cuerpo que toca el agua se distensiona. Sube a las rodillas, se relajan, tocan las manos, luego abdomen y así sucesivamente. Generalmente no logro llegar a la cabeza porque ya me he dormido pero si lo hago, posiblemente esta técnica no funcione ese día así que intento otra. También puede suceder que no logre la concentración necesaria. Gran parte de mis sueños están relacionados con el agua y creo que es por esta razón. 

Dormir con ruido

Es más cómodo dormir en completo silencio, pero a veces es más fácil conciliar el sueño sí hay un poco de ruido. Para esto se puede programar sonidos de la naturaleza, escuchar música o radio. De estos es importante que sean programados para no durar toda la noche ya que el inconsciente puede relacionarlos con el sueño y de esto provocar sobresaltos y además despertarse.